La mujer no es un objeto, es un ser humano

UN REPORTAJE DE HARRI FERNÁNDEZ. FOTOGRAFÍA Rubén Plaza (Noticias de Gipuzkoa)

India desde los ojos de sus activistas. Eso es lo que propone el documental Behind India-Una mirada desde sus movimientos sociales, dirigida por Fernando Vera y producida por la ONG guipuzcoana Calcuta Ondoan, que lleva dos décadas trabajando en aquel país. El filme, que se exhibirá esta tarde en el Festival de Cine y Derechos Humanos, fue presentado ayer por su director, el representante de la organización no gubernamental, Iñigo Eguren, y Nandini y Sangeetha, dos miembros de la ONG hindú Vimochana, que lucha contra la violencia que sufren las mujeres en la India.

El audiovisual, que, en un principio, en palabras del propio Vera, podría parecer “inabarcable” al intentar captar la realidad de los distintos movimientos sociales que trabajan en aquel país, toma como eje la vida de Santoshi Tundu, que en los últimos años ha pasado de agricultora a activista, de mano de las organizaciones Calcuta Ondoan y Udayani. Esta mujer, que contrajo matrimonio a los trece años, ofrece su visión sobre las vulneraciones en torno a los derechos humanos a partir de su propia experiencia, relato troncal que se completa, por ejemplo, con los testimonios de la filosofa Vandana Shiva, la activista Asha Kowtal o la coordinadora de los Tribunales Mundiales de Mujeres, Corinne Kumar. Estaba anunciado que esta participase en el festival pero, finalmente, ante la imposibilidad de su asistencia, ha sido sustituida por Nandini y Sangeetha, que ayer dieron buena cuenta de los objetivos de su organización, de cómo trabajan para transformar la sociedad hindú. “En Europa se nos ha olvidado protestar por lo que es injusto”, comentó el director para poner en valor del activismo de las organizaciones como Vimochana.

Por su parte, sus representantes afirmaron que “la mujer no es un objeto, es un ser humano”, en referencia al objetivo de su asociación de construir sociedades y comunidades sin violencia. “La violencia ejercida sobre una mujer, una persona, es un ataque contra los derechos humanos”, resumió Sangeetha.

Su asociación, cercana a los colectivos oprimidos por las clases o las castas, trabaja a tres niveles: el de las mujeres;el de los Estados o los gobiernos para favorecer la aprobación de leyes o normativas contra la violencia;y con la sociedad en su conjunto para “cambiar el modo en el que mira a la mujer”.